17Mar

 

Los jugadores y el equipo técnico son piezas clave en el transcurso de un partido de fútbol. Sin embargo, más allá de ellos, existe una figura esencial en este deporte: el árbitro y los miembros del equipo arbitral. Las decisiones arbitrales sobre hechos y acciones ocurridos durante un encuentro han marcado muchos resultados polémicos a lo largo de la historia del fútbol.  A pesar de que estas decisiones pueden ser cuestionadas o criticadas, las determinaciones de los colegiados son inapelables e irrevocables. El árbitro es la persona de máxima autoridad dentro del campo de fútbol y en sus funciones está velar por el cumplimiento de las reglas del juego a nivel de la FIFA en un partido. 

En ocasiones los árbitros son el foco de rabia, tanto de los aficionados como de los propios jugadores, cuando se toman decisiones desfavorables a sus intereses. Aun así, hay colegiados admirados y celebrados por muchos aficionados del fútbol en todo el mundo. 

Uno de los más reconocidos es el árbitro italiano, Pierluigi Collina, elegido por la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS) como el mejor árbitro de todos los tiempos. Con unas expresiones faciales que no dejaban indiferente a nadie, unos grandes ojos saltones y sin pelo, Collina es recordado por su personalidad temperamental y mediática. 

Comenzó su carrera como colegiado en 1977, y tras dirigir tres temporadas en tercera división, pasó a arbitrar partidos de la Serie A y B italiana antes de dar el gran salto a la élite del fútbol internacional. Fue en la Copa Mundial de la FIFA Corea del Sur/Japón de 2002, salpicada por las polémicas decisiones arbitrales, donde Pierluigi Collina se convirtió en una gran leyenda. El italiano dirigió con gran entereza el partido entre Alemania y Brasil, demostrando una sólida habilidad para tomar decisiones complicadas en el transcurso del encuentro. Al final del partido el estadio vitoreó y glorificó la actuación del colegiado.

Tras recibir en hasta 6 ocasiones consecutivas el premio de árbitro del año, entre 1998 y 2003, el reconocimiento mundial que obtuvo le convirtió en un icono popular. El italiano apareció en videoclips musicales, fue recreado en series manga y, sorprendentemente, fue el único árbitro en aparecer en la portada del famoso videojuego Pro Evolution Soccer 3.

Después de retirarse del arbitraje en 2005, Pierluigi Collina pasó a formar parte de la UEFA y la FIFA. En la actualidad sigue relacionado con el mundo del fútbol como asesor de la Asociación de Árbitros de Fútbol Italianos (AIA) y es miembro del Comité de Árbitros de la UEFA. 

En estos cargos Collina ha influido en la toma de decisiones importantes para mejorar el trabajo de los árbitros, impulsando el uso del fuera de juego semiautomático y apoyando el uso de la tecnología con el VAR para mejorar la calidad de los partidos y acelerar las decisiones de los colegiados.

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